¿Por qué nos lesionamos más en otoño?
El otoño es una estación de transición. Las hojas caen, los días se acortan, las temperaturas bajan y nuestro cuerpo aunque no lo parezca también cambia. En nuestra clínica de fisioterapia, cada año notamos un aumento de consultas por molestias físicas, recaídas de lesiones antiguas y nuevos dolores que parecen surgir “de la nada”. Pero no es casualidad.
El cuerpo humano está profundamente conectado con el entorno. Y el otoño, con sus particularidades climáticas y emocionales, puede influir más de lo que creemos en nuestra salud musculoesquelética.
¿Qué factores hacen del otoño una estación más lesiva?
1. Descenso de temperatura y rigidez muscular
Con el frío, los vasos sanguíneos se contraen, disminuyendo el flujo de oxígeno y nutrientes a músculos y articulaciones. Esto provoca rigidez, menor elasticidad y mayor riesgo de lesiones si no se realiza un calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física.
2. Menor actividad física y sedentarismo
Los días más cortos y el clima menos amable hacen que muchas personas reduzcan su nivel de actividad. Esto puede provocar pérdida de tono muscular, desequilibrios posturales y sobrecarga en zonas como la espalda, el cuello o las rodillas.
3. Cambios emocionales y estrés estacional
El otoño puede afectar nuestro estado de ánimo. La disminución de la luz solar influye en la producción de serotonina y melatonina, lo que puede generar fatiga, apatía o incluso síntomas de depresión estacional. Y como bien sabemos en fisioterapia, el cuerpo somatiza lo que la mente calla: tensión muscular, dolor de cabeza, bruxismo, contracturas…
4. Reactivación de lesiones antiguas
El frío y la humedad pueden hacer que viejas lesiones “despierten”. Articulaciones operadas, zonas con cicatrices o músculos previamente lesionados pueden volverse más sensibles, especialmente si no se han trabajado correctamente en fases anteriores.
¿Cómo prevenir lesiones en otoño?
Desde nuestra experiencia clínica, te recomendamos:
- Mantener una rutina de movimiento diario, aunque sea suave. Caminar, hacer estiramientos o practicar pilates terapéutico puede marcar la diferencia.
- Calentar bien antes de cualquier actividad física, incluso si es solo salir a correr o hacer tareas domésticas intensas.
- Cuidar la postura en casa y en el trabajo, especialmente si pasas más tiempo sentado. El teletrabajo y el sofá son grandes enemigos de la espalda si no se usan con conciencia.
- Consultar al fisioterapeuta ante las primeras molestias, no esperes a que el dolor se instale. Una sesión preventiva puede evitar semanas de tratamiento.
- Trabajar el cuerpo de forma consciente, con ejercicios que activen sin sobrecargar. El otoño es ideal para reconectar con tu cuerpo y revisar hábitos.
¿Qué hacemos en nuestra clínica durante el otoño?
En LR Fisiostudio, adaptamos los tratamientos a las necesidades estacionales. Durante el otoño, reforzamos:
- La terapia manual, para liberar tensiones acumuladas por el frío y el estrés.
- El ejercicio terapéutico guiado, enfocado en movilidad, fuerza funcional y prevención.
- La educación postural, para corregir hábitos que se acentúan en esta época.
- El trabajo emocional desde el cuerpo, ayudando a liberar bloqueos físicos que tienen origen psicológico.
Además, ofrecemos sesiones específicas para personas con patologías crónicas que suelen empeorar en otoño, como artrosis, fibromialgia o hernias discales.
CONCLUSIÓN: EL OTOÑO NO TIENE POR QUÉ DOLER
Cada estación tiene su belleza y sus desafíos. El otoño, con su ritmo pausado y su invitación al recogimiento, puede ser el momento perfecto para cuidar de ti. Escuchar a tu cuerpo, moverte con conciencia y prevenir en lugar de curar.
En nuestra clínica, te acompañamos en ese proceso. Porque la fisioterapia no es solo para cuando hay dolor, sino para cuando quieres vivir mejor.